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Sergio Castellanos

Por: Alejandra Judith Sepúlveda Germán


Alejandra. ¡Hola! Buenas tardes, me llamo Alejandra y soy estudiante de la Facultad de Artes en Mexicali; en estos momentos me encuentro haciendo un proyecto de vinculación con Planta Libre. Y me encomendaron el acercarme a artistas locales y a conocer su obra y sus procesos para generar conversación y conexión, sobre todo conocimiento de arte local. Para comenzar, me gustaría pedirte que me hables de ti, de quién eres, ya sea detrás de la persona, detrás del arte o tú como artista; te cedo la palabra.


Sergio. Pues me llamo Sergio, mi nombre artístico (corte de audio) Bautel, apellido de mi mamá; lo menciono también como para hacerle honor a ella. Nací en la Ciudad de México, pero me mudé al norte cuando tenía como 13 años; de ahí me fui a vivir a Sonora y luego a Baja California, a Mexicali. De hecho, siento como que la idea de dedicarme al arte nació viviendo aquí en la Ciudad de México. Bueno, entre paréntesis, ahorita estoy aquí en la Ciudad de México. Y siento como que la idea de estudiar arte o acercarme al arte nació desde niño, como que... Antes, cuando estaba en la escuela, en la primaria y en la secundaria, me gustaba ir a los museos y fue algo que me gustó mucho, me interesó. También fui de esos niños a los que les gustaba mucho dibujar y, pues sí, un típico niño que se dedica a hacer cositas artísticas. Y ya fue cuando estuve decidiendo qué estudiar, que me di cuenta de que siempre quise estudiar artes plásticas o artes visuales. Entonces estudié la licenciatura en artes plásticas, y ahora me dedico a muchas cosas. Cómo a ser docente en artes, a ser artista independiente, a las exposiciones, y pues a todo eso.


Alejandra. Entonces, al igual que yo y que muchos de mis amigos que también estudian la carrera, también eras un niño como muy creativo, ¿no? ¿No te pasaba que mirabas caricaturas y agarrabas un cuaderno y copiabas lo que veías? ¿Cómo fueron tus primeros comienzos con el dibujo?


Sergio. Sí, claro, me compraban unos cómics donde había muchas imágenes, y pues yo me dedicaba a copiar las imágenes de las revistas al papel. Y un poco después, empecé a desarrollar ese sentido artístico; ya solo imaginaba algo y lo dibujaba.


Alejandra. Fíjate yo también, no tenía cómics porque cuando era niña mis papás ni siquiera sabían qué era eso, pero yo miraba caricaturas y tal cual a veces miraba ahí un personaje y lo dibujaba. O antes también, cuando miraba la tele, el control traía un botón para pausar la imagen y ahí me veías a mí copiando el dibujito.


Sergio. Yo siento como que muchos creativos tenemos este mismo proceso de creatividad, ¿no?, desde niños pintamos la pared y luego generamos unos cuadernos de dibujos. Es como surgen estos puntos de referencia y de encuentros.


Alejandra. Sí. Bueno, y hablando un poquito de tu obra y así, me he dado cuenta de que hay como muchos objetos de cotidianidad, hay como muchos objetos que uno de volada identifica, como los carritos, las casas. Yo creo que hay algunos, aquí viendo tu obra, que son como objetos cotidianos, tipo como bolsas de basura, colillas de cigarro y tal cual.

También me llama mucho la atención que hay como elementos de cultura pop; vi por ahí que tenías un retrato de, creo que, la novia de Frankenstein. También otra cosa muy importante, vi que tomas temas relacionados con el cuerpo, con la sexualidad, la identidad, mucho retrato, mucho toque de surrealismo y de cosas que pudiéramos decir que son como medio creepy, ¿no? Y me gustaría que habláramos como de esos intereses, o sea, ¿qué intereses te gusta plasmar en tu arte y más o menos, cuál es tu proceso?


Sergio. Yo siento que tengo un chorro de cosas, de temas que toco, ¿no? O sea, soy una persona, obviamente, super visual, como todos los artistas, somos visuales. Me gusta llevar registro de todo; yo salgo algo con el celular a todas partes y tomo fotos de lo que vea, así como tipo del camión, el perrito, etc., lo que esté ahí. Tengo ahí como un archivo; creo que tomo como unas 20 fotos al día, yo creo, o más, depende de mi tema.

Al principio de la carrera, sí como que me fui más por este rollo de la cultura pop, como de tomar referencias muy identificables, que la gente pudiera divertirse con ellas. Y fue como un buen inicio de mi carrera, que empecé con esto, de agarrar artistas y hacerlas como a mi estilo, como un trabajo que siempre me dicen que es como de cultura pop, que es como un homenaje a ellos, a los artistas. Después, viene el tema sexual, que también es un tema que yo toco mucho en mi obra, que siento es muy mío. Hay un manifiesto que, de alguna manera, me da mucha diversión, porque dice en una parte que “todos los artistas debemos ser eróticos”. Y esa parte me marcó mucho, entonces siento que también en el principio de mi carrera me he dedicado a hacer un montón de obra erótica, y ahora que estoy aquí en la Ciudad de México, me he acercado a muchos grupos de dibujo al desnudo y estoy retomando otra vez esta parte de mi carrera artística.


Alejandra. Órale, me llamó mucho la atención. Ay, perdón, que te interrumpa.


Sergio. No te preocupes, continúa.


Alejandra. Es que, ya que mencionas que los artistas debemos ser “eróticos”, me preguntaba, ¿a qué te refieres con eso?


Sergio. En el manifiesto de “Marina Abramović” dice, repetido en tres partes: “Los artistas deben ser eróticos, los artistas deben ser eróticos, los artistas deben ser eróticos.” Y pues siento como que la sexualidad es parte inerte de nuestra persona, de todas las personas entodas partes, ¿no? Solo que siento como que hay una cierta represión y muchos artistas llevamos esta parte al exterior, aunque como que ahora las redes, como por ejemplo instagram, han bajado un montón de obras que se consideran no prudentes para redes sociales.

También alguna vez un maestro me comentó algo así: “Todos los artistas deben pasar un momento o una etapa de arte erótico, o de exploración con el cuerpo”. Entonces siento que, si no pasas esa etapa, como que quizas tu arte no es tan bueno; siento que como artistas debemos hacerlo, bueno, es así como yo lo veo.


Alejandra. Yo lo veo como, a partir de esto del erotismo, como de alguna forma conocerse, explorarse, porque a final de cuentas, es como a mí, como ser humano, me gustaría relacionarme con mi cuerpo, pues siento como que muchos artistas sí lo trabajamos en nuestras obras, algunos más que otros, entonces ahora veo esta conexión. Muchos de mis dibujos que no muestro son al desnudo, pero más allá de verlo como erotismo, es esta conexión que hago con el cuerpo. Pienso en el momento de mostrarlos, que, dependiendo del espacio, habría cierto pudor, censura, pero para nosotros el experimentar el arte con el cuerpo, tal cual es, nos abre la mente a pensar que no es solamente un contenedor de estereotipos, de ideas, dogmas, que también es cotidianidad, es lo que tenemos, lo que somos, una parte de nosotros que nos representa. Yo digo que, de alguna forma, debemos dejar este miedo a explorar el cuerpo y también aceptar que hay maneras distintas de percibirlo; cada persona tiene algo que decir al respecto.


Sergio. Me gusta lo que dices, y también quisiera agregar que yo soy una persona abiertamente gay, entonces para mí también es esa como una parte de explorar esta sexualidad y esta existencia queer. A partir de esta obra que es abiertamente erótica y quizá homoerótica, hay una cierta resistencia como parte de mi comunidad, ¿no?, de ser una persona homosexual o bisexual.


Alejandra. ¿Qué te gusta contar a través de tu arte? ¿Del erotismo que te gustaría transmitir con ello? ¿Es para ti una forma de representación tal cual o una forma de manifiesto propio, sobre tu propia experiencia?


Sergio. Siempre me ha gustado representar el cuerpo como una manera, como de juego, como de manera lúdica; por decir, tengo una obra que hace referencia a un fotógrafo chino que se llamaba “Ben Hang”, al que en alguna ocasión le pedí permiso para usar su fotografía como referencia, una donde se encuentra una persona como en cuatro patas. Te cuento esto porque después este fotógrafo se suicidó, justamente por la represión por parte del gobierno chino. Y como te decía antes, las obras que hago son de alguna manera como de resistencia. Un poco también la manera en la que represento los cuerpos, bueno, como yo los hago; siento que son una especie de juego.


Alejandra. Sí, de hecho, estaba notando como que tu obra en un inicio, pues es como muy académica, con una anatomía muy cuidada, así como tu técnica, y ya en adelante, para estas nuevas creaciones, sobre todo me interesa mucho esta serie que hiciste, “Aliens”, que son como estos retratos de alienígenas, de los cuales me gusta mucho la anatomía. Me estaba fijando que esta es mucho más expresiva y gestual, y tu paleta de color es mucho más experimental y llamativa, incluso esta presencia de exageración y juego. Me parece que estás abordando un poco más el tema de la identidad. Me preguntaba entonces, ¿qué quieres explorar con esta nueva serie?, y cómo es que te relacionas con estos nuevos conceptos con los que estás trabajando.


Sergio. Mi obra es mega queer, es decir, la inspiración directa a los aliens son las drag queens, como a esos tipos de maquillajes o caracterizaciones, también vienen del mundo de la moda, y también me gusta lo que mencionaste sobre que mi obra era super académica, pero después de un tiempo como que, yo sentí que debía evolucionar o experimentar con otra cosa, siento que me pasó porque estuve en una clase de ilustración de moda como hace dos años, donde teníamos que hacer figurantes de moda, y me decían que experimente con el cuerpo, las proporciones y las expresiones, y fue como a partir de esas ideas, que empecé a desarrollar esta nueva forma de volver a la figura humana, haciendo como una combinación de formas exageradas, ojos gigantes, cuerpos estilizados, figuras que te pueden remitir a personas queer, travestis, o drag queens.


Alejandra. Sí noté muchísimo estas influencias en tus piezas, hablando de estas mismas. Me llamó mucho la atención, pues como está técnica mixta, me gustaría que habláramos de los medios, las técnicas que te gusta utilizar, cómo te gusta jugar con la anatomía, los colores y el gesto del dibujo.


Sergio. Siento que he pasado como muchas etapas de experimentación con materiales, porque siento como que al principio me fascinaba usar Prismacolors; era lo que más usaba. Siento que siempre he utilizado, desde el principio de mi carrera, el lápiz y papel. Trato de ser práctico.

Tengo obras en lienzo que no sé dónde poner, guardarlas o colgarlas, porque son muchas. Entonces me parece mucho más práctico el uso de papel para poderlas almacenar. Tengo, de hecho, una gaveta llena de obras, así que no sé cuántas son. Me gusta ser práctico. También tuve una etapa de solo utilizar lápiz y papel, nada más. Y últimamente me ha gustado mucho combinar todo, como bases húmedas como las acuarelas, con los pasteles, las ceras, etc. Mi obra tiene de todo: acrílicos, marcadores, lápices. Siento que es algo que la obra te va pidiendo conforme la vas creando.


Alejandra. Y esa selección, pues como dices que es practicidad, me lleva a preguntarme que cuando un artista escoge algún material, si esto es entonces propositivo o solo quiere usar ese material para únicamente perfeccionar su técnica, ¿o en tu caso es algo más allá? A veces me pasa que estoy haciendo un dibujo y quiero usar un color, pero no lo tengo; entonces lo busco en otro tipo de material. No sé si te pasa eso a ti. ¿Sí eres más práctico en base a lo que tú estás viendo durante el proceso de creación o es completamente propositivo?


Sergio. Mmm, no sé. Creo que soy solo práctico. Selecciono lo accesible para terminar la obra y enmarcarla. También me gusta lo que dices de que, si necesitas un color específico, puedes aplicar cualquier material, sin necesidad de estar peleados entre sí. O sea, que no tiene que ser todo una sola técnica.


Alejandra. Entonces, para ti es como si te gusta el resultado, ahí acaba la obra y si no, ¿cómo la continúas?, ¿vas experimentando a ver con qué material lo resuelves?


Sergio. Siento como que, al final, si algo no me gusta, ya nunca sigo con la obra; o sea, si en el rumbo ya no me está gustando mi obra, ya no la continúo. La última vez que hice un recuento de las obras que supuestamente iba a terminar desde hace 5 años, las volví a ver y dije “no lo creo, creo que ya no”. Si no me gustó, ya no quiero retomarla.


Alejandra. De hecho, hay una frase de un autor que dice algo así como que un poema nunca se termina, sino que se abandona. Pero a mí me gusta pensarlo, como hablando de una pieza de arte; una no la termina, solo la abandona; es algo similar a lo que acabas de comentar. Me gustaría aprovechar para comentarte que acudí a una sesión permanente de dibujo que impartiste en La Joyita, en el mes de abril; recuerdo que la temática era “el cuerpo, el tazo y la materia”.


Sergio. Ah, pues justo, creo que estamos hablando sobre eso, ¿no?, de experimentar con materiales.


Alejandra. Te lo cuento porque me llamó mucho la atención que todas las actividades eran como muy de dibujar con los materiales de formas no convencionales. Se me hizo interesante que te animaras a hacer un taller como ese, en el cual el propósito fuese más el de poner atención plena hacia cómo nos estamos relacionando físicamente con el material, y más que nada el de escuchar el cómo nos estamos sintiendo en el momento de crear. Sucede muchísimo que, como somos estudiantes o profesionales en el arte, en nuestra formación se nos enseña que solo debemos centrarnos en hacer las cosas como se deben hacer, pero jamás nos detenemos a reflexionar si existe este espacio dentro de la práctica para escucharnos y sentir lo que estamos creando, cómo esto después es perceptible en nuestra factura, cómo eso se está notando en nuestra forma de trazar en el papel. Me refiero a esto de valorar la experiencia más allá de un resultado. Quisiera saber cómo este tipo de ejercicios están basados en tu propia experiencia personal al momento de trabajar o producir. ¿Qué tanto de esta forma de pensar o perspectiva permea o se rescata dentro de tu proceso creativo?


Sergio. Me encanta lo que dijiste sobre el taller. Estaba muy nervioso ese día porque no sabía cómo iba a funcionar o cómo se irían a tomar el taller las personas; me preocupaba que los ejercicios fueran complicados de realizar. Justo eso, los ejercicios vienen de lo que mencionas, de cómo nos relacionamos con los materiales. Hace mucho tiempo trabajé en una escuela primaria, y había un niño que tomaba el lápiz de una manera diferente. Por lo regular, se nos enseña que lo debemos tomar de cierta manera para que tu mano se acomode. Pero él me decía que se sentía más cómodo tomándolo a su propia manera, y pues yo le dije que así lo hiciera entonces. De hecho, en esta escuela lo regañaba su maestro por esa misma razón. De eso reflexioné, esta relación con el material. Siempre hay formas de darle una vuelta a lo que usamos siempre.

Hay obra que es muy personal, obra que solo hago para mí. Tengo una libreta de artista o de dibujos que hago desde que tengo 11 años. Es un libro, es como un libro muy grande, y cada tiempo me gusta retomarlo y agregarle algo nuevo. Esas obras, yo nada más las veo, porque son obras que hacen sentir bien. Cuando entro a esa libreta, cuando dibujo algo y lo termino, siento como que estoy haciendo algo nada más para mí. Estas obras nunca las he publicado, nunca las han visto.

Existen estas obras que me hacen sentir bien, y luego existen estas obras que sí muestro en las redes y que todo mundo conoce. Y me gusta esta como dualidad, entre obra con la que puedes sentir, sanar o pensar, porque son cosas que surgen mientras las haces y estás dando un montón de ideas; eso también está bien.


Alejandra. ¿Alguna vez alguien te ha puesto alguna barrera para crear desde esta

perspectiva?


Sergio. Ya que lo que preguntas, en la carrera, pues nos pasaba mucho, creo que en clase era ahí donde más nos exigían que la pieza debía tener una buena factura para poder entregarla, venderla o exponerla en alguna galería, pero entonces yo pensaba: “¿Qué tal si mi estilo no es el que están buscando?”. Creo que desde ahí no ha pasado; he enfrentado otras cosas como la censura en redes, como te comentaba hace rato, cuando alguien te denuncia y te bajan tu publicación. Fuera de eso, yo siempre he sido libre de hacer lo que quiero también.


Alejandra. Sí, claro, me imagino, porque tu obra es muy propia e íntima. Me gustaría retomar que esta producción “Aliens”, yo la interpreté como una serie de autorretratos.


Sergio. Sí, de hecho hay uno por ahí que no subí completamente a mi Instagram, pues, como te digo, hay muchas obras que nunca subo. Creo que hay obra que quizá la factura o el contenido no es algo que la gente está acostumbrada a ver en Instagram. Son esas piezas que hago nada más como para reflexionar y pasar un momento padre nada más.


Alejandra. Entonces, ¿tú te consideras un artista que valora más la práctica creativa íntima y no tanto aquella que se hace con el fin de mostrar?


Sergio. ¡Ay!, es que estoy en esa disyuntiva también, de si quiero o no producir, pero es algo que también yo me pido a mí mismo. Es que también está esta parte donde me digo: “Vamos a hacerlo para sentirme bien”. Es algo que nos pasa a muchos creativos; también yo creo que es otro diagnóstico del mercado del arte, que nos tiene así. De querer estar presente y alimentar el algoritmo de Instagram o de publicidad que nos piden siempre, es mucho de lo que he estado reflexionando últimamente. También soy muy malo para seguir ese proceso de hacer o subir cosas todos los días. No sé, es algo muy extraño y difícil.


Alejandra. Es como, por ejemplo, esto de que tu obra es muy íntima, pero a la vez es como que tienes que producir algo, porque sientes que debes mantener una presencia activa en el mundo del arte y su mercado, pero a la vez existe este límite de lo que sí quieres mostrar y de lo que no, incluso que puedes o quieres vender.


Sergio. Justo sí, exactamente eso, siento que nos pasa a muchos. He hablado con muchos amigos a los que también les pasa justo lo mismo, de que tienen un montón de obras que no suben porque tienen como ese miedo de la mirada crítica de la otra persona. Está padre, también esta parte de la autocrítica, pero también lo está la diversidad creativa.


Alejandra. Fíjate que ahora que estamos hablando de esto, a mí también me pasa mucho esto de los límites, que como artista, definir hasta qué punto abordo un tema que me importe mucho y hasta cuánto doy como este permiso para ser expuesta mi obra, que esté a la espera de que alguien venga y me señale o me cuestione por qué estoy yo hablando de ese algo.

A veces se siente como agresivo; me llama mucho la atención que, como artistas, estamos cuidándonos incluso de nosotros mismos, autocensurándonos. Pienso que nadie tiene ese filtro perfecto de qué es lo que podemos decir o no; ocurre que a veces se nos va la onda, y no nos damos cuenta de eso hasta que alguien viene y nos lo critica.


Sergio. Sí, me acuerdo que en una clase, que no recuerdo cuál era, consistía en que todos presentáramos una pieza personal a la cual todo el mundo hacía un comentario. Es algo muy fuerte porque al final también tu obra es parte de ti, y al final tu obra eres tú. Entonces estás buscando cosas que quizá no quisieras escuchar o cosas que quizá no habías visto también. Está padre esta parte también, de ver cómo una persona puede interpretar de cierta manera y también cómo lo hace otra; como que te pone en evidencia quién eres y cómo eres. Pues es extraño porque, al final, como te digo, tu obra eres tú, pues cómo evitarlo.


Alejandra. Honestamente, creo que puedo imaginar que te pase algo como esto igual siendo también una persona queer y que tú abordes esto en tu arte; se presente una persona que a lo mejor no está preparada o simplemente no lo entienda, a cuestionar de alguna forma que no sea muy apropiada. Pienso que no está mal que se cuestione; inclusive se agradece el interés, pero a veces la gente hace ciertas preguntas sin ningún tipo de tacto.

A veces uno se dice que como artista tiene que aguantarse, pero también hay que recordar que no es solamente una pieza que están colgando y exhibiendo en una pared, sino que, también es una parte de mí porque implícitamente algo mío está contenido ahí. Y pues sí, no sé si quisieras agregar algo más para cerrar la entrevista.


Sergio. Pues, como mencionas, hay mucha gente que se acerca cuestionando el porqué de mi obra, ¿no?, el porqué esto o porqué lo otro; siento que también está esta parte de no decir la palabra “educar”, pero esta parte como de reflexionar cómo (corte de audio) a las cosas. También es que siempre es una decisión personal de cada artista hacer o no esa explicación. A mí sí me gusta hablar con las personas y explicar un poco de por qué hice eso o cuál fue mi motivo; siento como que, una vez que termino de explicar, como que les doy una visión de mi arte o del arte en general. Que hay una manera o un paso más allá para conectar con ellos con otra mirada. Esto genera también una dinámica y mucha nutrición en el campo, especialmente en Mexicali, que es como una ciudad relativamente joven, en la que quizá no existe como este campo tan abierto como en otras ciudades que tienen algo más de oferta cultural.


Alejandra. También es interesante que tu obra se siente así como que estás jugando con estas identidades y con estos temas, pero a la vez esta te invita a reflexionar a través del diálogo, ya sea, como dices tú, hablando con el público o de plano dejando que ella hable por sí misma.

Es bueno verlo desde esta perspectiva, de que tu obra es más bien una invitación a reflexionar y no tanto, como pararse y pretender educar o darnos como un sermón acerca de estos temas. Me gusta mucho esto tuyo como artista, de que no te pones a ti mismo en esa posición, sino que me estás dando la impresión de ser mucho más abierto a conversar con respeto, pero también con esta cotidianidad, que, pues, no se trata de cuestiones fuera de este mundo, sino que es algo mucho más común de lo que podemos notar y que de alguna forma está invisibilizado por muchas estructuras y lo que genera esta existencia de una resistencia, sobre todo aquí en Mexicali.


Alejandra. De verdad te agradezco muchísimo el haberme aceptado la reunión; soy consciente de que tal vez me pasé un poco más del tiempo previsto; espero no haberte quitado mucho de tu tiempo. Sí, hubo algunas partes que a lo mejor no alcancé a escuchar muy bien, fueron cuestiones del internet, pero de todo lo que me compartiste estuve muy atenta y me pareció muy valioso, te agradezco mucho.


Sergio. No, para nada, de hecho me pareció muy padre la plática, estuvo muy divertida, muy amena y nos vamos a ver en Mexicali próximamente. ¡Muchas gracias!, Alejandra.

 
 
 

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